Desde el 31 de octubre de 1996 se declaró el día nacional de la mascarada tradicional costarricense.
El 21 de abril de este año en Asamblea Legislativa declaro a las mascaradas como el décimo séptimo símbolo nacional. La historia de las mascaradas se remonta a la época colonial en honor a la virgen de los ángeles en Cartago, Costa Rica la cual era la capital en ese momento, la tradición de las mascaradas destaca ciertos cantones y provincias como: Escazú, Aserrí, Cartago, Barva de Heredia y Alajuelita.
- Las primeras mascaradas como tal nacen en Cartago durante las celebraciones de la patrona de Costa Rica el 2 de agosto de 1824, el artesano de la zona era Rafael Valerín conocido como “Lito” fue quien desarrollo la primera “Giganta”.
Estas mascaras se hacían con rasgos animales y grotescos
cuernos, facciones de felinos, grandes colmillos, deformaciones y otros.
Provincias haciendo mascaras y tocando instrumentos, también es lindo ver como sus padres y los centros educativos los apoyan ya que es una tradición para disfrutar y celebrar ya que reúne tanto como familiares y amigos
- El particular uso de las mascaradas con vejigas como elemento o “arma fustigadora” proviene desde la antigüedad y sus primeros registros se atribuyen a los romanos, en diferentes partes de España los tradicionales cabezudos utilizan vejigas para pegar y asustar mientras recorren las calles, también este comportamiento fue heredado a muchos países de América latina.
En costa rica su uso proviene de un personaje llamado “el
viejo de la Vejiga” que era muy común en las primeras mascaradas de Cartago y
San José durante el siglo XIX, también durante la primera mitad del siglo XX
era común ver a los diablos visitar
diferentes pueblos, también en Barva de Heredia el uso de las vejigas es
adoptado por todas las mascaras participantes, al ser coincidente también su
apariencia con la representación del
martirio de san Bartolomé, dándole su principal distinción a la celebración de
este cantón Herediano
- El 6 de Enero de 1875 y 1876 a principios de año en San José el diario costarricense hizo mención de “El viejo de la vejiga”
El primer uso era durante los ritos fúnebres, aquí se podían
emplear de dos maneras, la primera de ella la usase para un roll de importancia
para así adquirir un poder superior y poder guiar al fallecido hasta el otro
mundo, la segunda función le es otorgada al difunto, la máscara era amarrada a
su rostro con el fin de identificarse dentro de la tribu y como el culto hacia
algún Dios, los Chamanes y Caciques hacían su uso especial de las mascaras ya
que estas le aportaba fuerza de la naturaleza ya que quien la portaba se
consideraba en el personaje que encarna, también tenía otro uso en las
ocasiones festival donde se realiza cantos y danzas la más famosa es el juego
de la comunidad Boruca, donde los principales se disfrazan e interpretan
danzas, cantos, teatros, artesanías y posterior a la conquista en son de bura a
los fuertes pero torpes españoles, este es el uso más importante de las máscaras
luego que la conquista española empezó a transformarse hasta llegar a lo que
conocemos hoy en día, en la actualidad algunos mascareros también realizan sus
obras inspiradas en personas reconocidas a nivel nacional e internacional.
Tradicionalmente la mascarada está asociada con las fiestas-fiestas populares, el turno en los pueblos, ferias escolares, fiestas `para recaudar fondos con algún fin especifico, entre otras; entonces, es una actividad que no remite a un ambiente festivo, aun momento agradable, divertido y principalmente nos refiere ala niñez, ya sea por susto o por diversión. Los chiquillos son los que más se impactan con lo que normalmente hemos llamado “los payasos”; además, la salida de estos y su recorrido por las calles principales del pueblo, casi siempre este asociado a la música de la cimarrona, a las bombetas, los bailes y las comidas tradicionales; todo esto junto crea un ambiente de placer, regocijo y algarabía que hace, creo yo, que esta se constituya en una de las tradiciones más queridas de los costarricenses.
- Es así como el encanto de la mascarada tradicional costarricense logra fusionar la realidad y la fantasía entre sus espectadores con un espectáculo que incluye cabezas gigantes sostenidas de un cuerpo alto, o estatura media, según cada personaje-torpe y tambaleante, con brazos largos que se agitan de un lado a otro, que asustan y alegran los corazones de niños, joven y adultos.” Caricaturescos, excesivos, exagerados los personajes emocionan y hacen reír. Los tamaños, los rasgos, los colores, la formas de los ojos, narices y bocas, la mezcla de telas en los vestidos, los sombreros y los zapatos; muchas veces los propios de quien se disfraza rompen la monotonía y abren puertas a la imaginación.
En Costa Rica el 6 de marzo del año 2019 fue una celebración
diferente debido a la pandemia por covid-19 que cambio la manera de como se
celebra este día pero no la esencia de la tradición que continua ms vigente que
nunca en las familias mascareras del país, ya que es una oportunidad para
recordar esta historia y preservar las tradiciones que rodean el proceso de
creación de mascaradas y su participación en nuestras fiestas populares. Es por
ello que es importante que en la actualidad, las comunidades brinden
continuidad a la transmisión de esta tradición junto con sus conocimientos y saberes
procuren generar estrategias para reinventar los espacios en los cuales se
comparte esta tradición.
De: Eriselda García
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