La
mascarada costarricense viene a apoyar a la idea de una Costa Rica Original.
Como todos sabemos el tradicional halloween estadounidense que se trata de la
contracción de All Hallows 'evening (la víspera del Día de Todos los Santos que
se conmemora de diferente manera en varios puntos del mundo como en México por
ejemplo).
La celebración de Todos los Santos
llegó a Estados Unidos durante el siglo XIX gracias a los emigrantes que
llegaban en barcos atiborrados de personas desde Europa. Una gran parte de
ellos eran irlandeses católicos que partieron hacia Norteamérica a raíz de
desatarse en torno al año 1840 una gran hambruna en el país. Estas personas
fueron las que llevaron a Estados Unidos la fiesta de Halloween, siguiendo con
la tradición de sus ancestros.
Halloween, una celebración de origen
celta. La palabra Halloween data de aproximadamente el año 1745. Sin embargo,
su origen se remonta varios siglos atrás, antes de Cristo. Se trata de un
evento que proviene de una tradición celta en la que se realizaban rituales muy
alejados de las fiestas de disfraces, calabazas y juegos que hoy todos
conocemos.
El día 31 de octubre, los pueblos
celtas celebraban un antes y después en su calendario con una fiesta llamada
Samhain, término que en gaélico significa "el final del verano". Así,
el último día del mes de octubre, se determinaba el final de la época de las
cosechas y del cambio de estación. De este modo, el Samhain se convirtió en la
festividad pagana más importante de Europa. Además de Irlanda, se llevaba a
cabo también en Escocia y Reino Unido.
¿Por
qué Halloween es el día 31 de octubre?
Como hemos mencionado, la
celebración se realiza el día 31 de octubre porque es el día en el que concluía
el año céltico. La vida se dividía en dos etapas: una de luz (primavera y
verano) y otra de oscuridad (otoño e invierno). El equinoccio de otoño era el
punto de inflexión del año en el que los días se hacían más cortos y las noches
más largas. Con todo ello, el Samhein se presentaba como una fiesta para decir
adiós al buen tiempo y a Lugh, el dios del Sol, que se prolongaba durante tres
días.
La fiesta de Halloween empezó a
celebrarse de forma masiva en EEUU a partir de 1921, momento en el que se
realiza el primer desfile en Minnesota. Poco a poco, esta fue creciendo hasta
que en los años 70, se produjo el boom definitivo gracias a la saga Halloween
de John Carpenter. A partir de entonces, Halloween ha ido calando en la
sociedad, que guarda la noche del 31 como una de las citas indiscutibles del
año.
En Costa Rica, todos hemos
festejado al son de la cimarrona en algún momento. En esta celebración no
faltan los sustos y las risas. Los “mantudos” o “payasos”, como se les llama a
los que andan el traje, se encargan de perseguir a los presentes y nadie se
salva. Algunos de los personajes que no pueden faltar son el Diablo, la Muerte,
el Padre sin Cabeza y, claro, la famosa Giganta, inspirada en las señoras
“platudas” de la Costa Rica colonial. Sin duda, la mejor forma de conocer qué
es una mascarada es vivirla.
La historia de las mascaradas en
Costa Rica se remonta a la época colonial en honor a la Virgen de los Ángeles
en Cartago, que era la capital en ese momento. Las mascaradas son una
combinación de tradiciones españolas y de aborígenes costarricenses. Por un
lado, las fiestas públicas típicas de la colonia y, por el otro, los actos
rituales amerindios.
Remontan festividades taurinas donde
se muestran estos personajes tradicionales. Esto alimenta el objetivo de
promover el conocimiento de las
diferentes manifestaciones culturales existentes en nuestro país. Actualmente,
las mascaradas son reconocidas por todos los ticos, especialmente, por el ritmo
del “fara fara chin” de la cimarrona, que acompaña a los mantudos.
Como alternativa a la popular fiesta
del que hemos hablado de halloween, se propuso festejar el Día Nacional de las
Mascaradas de Costa Rica el 31 de octubre, para promover las costumbres propias
del país y que la tradición siga viva. Por eso, para estas fechas se programan
diferentes actividades en donde todos pueden disfrutar de estas fiestas,
historia, comida y, principalmente, para sumergirse en la cultura
Costarricense.
Una
las actividades más típicas para esta fecha es la exhibición de máscaras.
Quedan pocos artesanos que realicen las máscaras, por eso, se intenta
visibilizar su trabajo a través de exhibiciones en todo el país. En ellas se
muestran las diferentes creaciones para los trajes utilizados en esta
celebración. Si bien es cierto, hay personajes que no faltan, pero hay muchos
otros y de estilos muy diferentes.
Como lo son Juan Carlos Picado, William
Zárate Camacho, Alfonso Vega y William Fallas. Escazuceno, Desamparadeño,
Barveno, Cantones de nuestro país quienes hoy en día alimentan está mágica
tradición del arte costarricense. En ellos podemos aprender las técnicas
básicas para la creación del diablito, uno de los personajes favoritos de
todos, además de ponerte creativo.
Nos muestran que solo necesitamos un
poco de imaginación y poner manos a la obra. Además, en estos talleres no solo
aprendemos mucho sobre la historia de las mascaradas si no el acontecer de nuestros abuelos y sus
tradiciones que nos hicieron quererlas y cuidarlas al máximo.
Así como el que hoy llamamos Los “Pasacalles’’ de mascaradas es lo que
todos esperamos ver cada 31 de octubre.
Los payasos corriendo y bailando por toda la calle, los chicos jugando entre
ellos e intentando escapar. Las mascaradas son un excelente momento para
conocer más sobre cada personaje y su leyenda. Sin duda, es una celebración que
personas de todas las edades y nacionalidades pueden disfrutar.
En esto hizo el sentido de reforzar el sentido de identidad del pueblo,
aprovechando que es frecuente representar en los “mantudos”, a distintos
espectros de las leyendas nacionales. Veintiséis años han transcurrido desde
que se decretó, de manera oficial, el Día de las Mascaradas, según el Decreto
Ejecutivo Nº 25724, de 1997 y hacer tomar más con fuerza esta tradición nacida de nuestro país.
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